Rebeca

Ya de chavalina recuerdo disfrutar escuchando a las personas … me fascinaba conocer sus historias, estar ahí y simplemente escuchar. Esto fue, en principio, lo que me llevó a estudiar psicología. Una vez en la universidad trabajar en la cárcel fue mi objetivo: primero como voluntaria y luego con la prácticas, estuve en Villabona un tiempo. Fue una experiencia increíble. Durante los años de la carrera viajé lo que pude y tuve la suerte de poder estudiar en Estados Unidos. Fueron unos meses intensos que cambiaron mis ideas y prioridades: tenía aún mucho que ver y conocer por el mundo antes de tomar decisiones “serias” y asentarme en
algún sitio.

Por casualidades, en las que no creo, me fui a Italia donde empecé trabajando en
un centro para el cumplimiento de la responsabilidad penal de menores y estando allí tuve un flechazo increíble: la Arte Terapia. Amor a primera vista. Se trataba de una formación específica en psicoterapia expresiva: 4 años de estudio, prácticas, seminarios, supervisiones, trabajos … una pasada. Una cosa llevó a la otra y pasaron 15 años de mi vida.
En verano del 2022 decidí volver a mi tierrina: Asturias. De nuevo las prioridades habían cambiado, y junto con mi nueva familia buscábamos un lugar donde el verde y el mar hicieran parte de nuestra vida a diario. Y aquí es donde aparece Paula Marín. Amiga de siempre, la vida nos había mantenido algo alejadas, pero de nuevo esas casualidades en las que no creo hicieron que ella buscase una psicóloga y que yo buscase un trabajo … ¡magia! Era Marzo del 2023 y estaba inaugurando el despachine 1. Desde ese momento hasta hoy puedo considerarme afortunada: tengo un trabajo que me apasiona y me estimula a diario, encuentro personas que son fuente de aprendizaje continuo y además cuento con un equipazo que me arropa, quiere, respeta y ayuda … todo un lujazo!!